Una de las rutinas para cuidar la piel más importantes y sencillas de realizar es la exfoliación. Exfoliar la piel hace que esté más tersa y suave y mejora tanto la textura como el tono. Si no estás segura de cual es el producto adecuado para ti, la siguiente guía sobre exfoliantes te puede resultar muy útil.
Todo lo que necesitas saber para exfoliar la piel
La función primordial de los exfoliantes es acabar con las células muertas de la piel. Al librarnos de las células muertas estimulamos la regeneración de la piel el crecimiento de células nuevas. Con eso conseguimos muchos más beneficios, por ejemplo, la piel nueva es mucho más eficaz absorbiendo cualquier otro producto que apliquemos sobre ella, como cremas hidratantes, serums o protectores solares.
Tipos de exfoliantes.
Existen básicamente tres tipos de exfoliadores a nuestro alcance.
Esponjas y paños: Son productos para exfoliar que contienen pequeñas partículas granuladas, por ejemplo de piedra pomez, que al frotar contra la piel levantan las células y las desprenden. Pueden hacerse incluso exfoliantes caseros de este tipo a base de azúcar, sal, granos de arroz o pequeñas semillas.
Químicos: Los exfoliantes químicos contienen Alfahidroxiácidos (AHAs), unas sustancias naturales que se encuentran en algunas frutas que actúan directamente sobre las células muertas de la piel, haciendo que se desprendan y se disuelvan en lugar de eliminarlas frotando como antes. Estos productos son capaces de actuar sobre las capas más profundas de la piel, mientras que los anteriores solo actuaban a nivel superficial.
Con enzimas: De nuevo con los productos que utilizan enzimas, se pretende que las células muertas se disuelvan sin frotar la piel. Por eso este tipo de exfoliante es especialmente apto para gente con piel sensible o con rosácea. Yo te recomendaría que busques alguno que contenga papaya o piña.
Ten en cuenta tu tipo de piel
Para piel aceitosa: Utiliza un paño o una esponja exfoliante, que además te ayudará a librarte del exceso de aceite, suciedad, maquillaje y otras impurezas que pueden cerrar tus poros.
Para piel seca: Prueba con un exfoliante químico, ya que ayudan a que la piel se afirme y minimiza el riesgo de que salgan arrugas en el futuro.
Para piel sensible: En este caso lo mejor es un exfoliante a base de enzimas, ya que tu tipo de piel no soportaría los exfoliantes donde hay que frotar e irritar más la piel.
Consejos para exfoliar la piel.
- Exfolia tu piel al menos una vez a la semana, incluso dos o tres veces si no tienes la piel demasiado sensible.
- Hazlo con cuidado, especialmente si usas esponjas exfoliantes u otros exfoliadores que se usen frotando.
- Si un producto irrita tu piel deja de usarlo, no es el adecuado para ti.
- Después de exfoliar la piel, no te olvides de hidratarla.
- Puedes comprar un gel de ducha exfoliante para mejorar los resultados globales.
Espero que a partir de ahora tengas en cuenta estos consejos ;)